top of page
  • White Facebook Icon
  • White Twitter Icon
  • White Instagram Icon
  • White Pinterest Icon

¿Síndrome de Peter Pan?

  • Foto del escritor: Leyre Laborda Arellano
    Leyre Laborda Arellano
  • 21 ago 2017
  • 3 Min. de lectura

Hoy por una cosa o por otra en una de mis conversaciones de WhatsApp ha salido un tema del que soy reacia a hablar: madurar.


¿Qué entendemos realmente por madurar?


Uno pasa la mayoría de sus años de adolescencia escuchando frases como ¿cuándo vas a madurar? ¡madura que ya es hora! !déjate de tonterías y madura de una vez! y demás cosas por el estilo que han sido repetidas una vez tras otra hasta la saciedad, bien sea por padres, profesores y en ocasiones incluso por amigos que “ya han madurado”, como me ha pasado hoy.


Pero, ¿qué significa realmente madurar? ¿Olvidarnos del niñx que un día fuimos? ¿Ser más serixs? ¿Darle 3000 vueltas a las cosas? ¿Significa acaso volvernos unas personas preocupadas por todo, y que casi no tenemos tiempo para disfrutar de los pequeños momentos de la vida y del día a día?


En contadas ocasiones he tenido que oír cosas como: Leyre, ¿tú qué eres? ¿Eres una niña o ya eres una mujer?


Y la verdad es que es un interrogante que aún me cuesta responder porque toda mi vida me he considerado una niña. A pesar de que intelectualmente pueda ser madura, emocionalmente sé que me ha costado un poco más. Podría decir que a día de hoy sigo teniendo miedo a crecer porque el que me digan que madure, que ya no soy una niña, me hace sentir vulnerable e insegura pues lleva implícito que me consideren una adulta.


¿Tan malo es que en ocasiones me quiera seguir comportando como una niña? Una niña que necesita ser cuidada, protegida y querida a pesar de ser ya adulta. Creo que hay momentos en nuestra vida donde nos vemos sobrecargados de responsabilidades y problemas y nuestra salida más rápida es comportarnos como niñxs. ¿Acaso merecemos la pena de muerte por eso?


Madurar en cierta manera en una forma de afrontar la realidad que nos toca vivir a cada uno, intentar superar o por lo menos encontrar la forma de vivir con aquellos acontecimientos que forman parte de nosotros y por lo tanto de nuestra forma de enfrentarnos ante la vida, adquirir esos valores tan importantes como pueden ser la responsabilidad, la perseverancia, el esfuerzo… Y creedme cuando os digo que eso ya lo adquirí a los 16 años, cuando empecé a darme cuenta que las heridas de mis rodillas dolían menos que las del corazón.


Entonces, ¿por qué a día de hoy tengo que seguir escuchando que ya es hora de que madure? ¿Acaso no lo hice ya? Creo que la mayoría ya sabemos comportarnos como debemos en los diferentes momentos que nos toca vivir, sabemos dejar de "ser niños". Y eso es lo que nos piden, ¿no? Para trabajar tienes que ser responsable, perseverante; nuestras parejas nos piden que seamos maduros y que nos comportemos maduramente; la sociedad espera de nosotros que actuemos maduramente...


Ahora bien, que alguien me explique algo que no entiendo, por favor. ¿Y qué pasa si dejo que mi alma de niña aún siga conmigo y me guíe en mi día a día? ¿Y qué si me río por todo? ¿Y qué si confío en las personas y me creo lo que me dicen sin cuestionarlas? ¿Y qué si voy por la calle y me apetece ponerme a bailar y a cantar aunque la gente me mire raro? ¿Qué pasa si le hablo a mi perro, a mi gato, o a los pájaros que veo por la calle? ¿Qué pasa si aún con mis 22 años me tiro en el sofá y pierdo el tiempo viendo una serie o no viendo nada? ¿Qué pasa si quiero guardar los cuentos infantiles que marcaron mi infancia para re-leerlos en esos días de bajón? ¿Y qué si los libros que leo no son “suficientemente serios"? ¿Y qué si me gusta discutir por prácticamente todo? ¿Y qué si soy como soy y no me importa? ¿Qué pasa?


“Eres una inmadura” dicen. ¿Sabéis qué? Que si eso significa que todavía la niña que fui sigue viva dentro de mí, entonces está claro que lo soy, y os doy las gracias por recordármelo. Pero escuchadme una cosa, NO soy irrespetuosa, NO soy irresponsable, NO soy deshonesta, NO deseo el mal a nadie, NO juzgo, NO soy hipócrita. SOY amiga de mis amigos, SOY luchadora, SOY paciente, SOY sensible, SOY respetuosa, SOY educada.


JAMÁS, JAMÁS, dejaré de ser en mi interior la niña que fui, porque me ha costado muchos años sacarla y no voy a dejarla ir tan pronto. Porque desgraciadamente uno no se obliga a madurar, son las circunstancias las que nos hacen hacerlo sin importar la edad o lo que nosotros queramos.





"¿Que significa madurar?

¿Empezar todos los días con cara triste porque eres consciente de la realidad?

¿No disfrutar de las pequeñas cosas?¿Saber cómo es la gente en realidad?

¿Darte cuenta de que solo hay dos opciones: bien o mal?

¿Tener el doble de preocupaciones…?

Es cierto, prefiero seguir siendo una inmadura."


- L.L



Comments


  • White Facebook Icon
  • White Twitter Icon
  • White Instagram Icon
  • White Pinterest Icon
bottom of page