Todo es cuestión de tiempo
- Leyre Laborda Arellano
- 27 may 2018
- 1 Min. de lectura

Ya han pasado unos días y son muchos los pensamientos que van de un lado a otro de mi cabeza golpeando las paredes, colisionando entre sí, intentando encajar las piezas aunque lo único que consiguen es armar barullo.
Siento que tengo el corazón cogido. Es como si una mano invisible estuviera apretando mi corazón sostenido en sus 5 dedos (aunque solo un poco, sin hacer daño). De forma que a ratos consigue dejarme sin aliento, sin ganas de seguir, fatigada.
Mucha gente no lo sabe pero muchas de las estrellas que vemos en el cielo hace años que murieron y dijeron adiós, y a pesar de esto, seguimos viéndolas brillar. Creo que en cuestiones de amor pasa algo parecido. Hay personas que nos hacen daño y que nos dejan; y personas que nos han hecho sentir como nadie y que dejan una huella imborrable en nuestro corazón, de manera que cuando se van, siguen perdurando, siguen estando ahí, siguen moldeando tu corazón de vez en cuando, presionando de una forma que a veces duele.
Y puede que olvidarte no requiera tanto tiempo como el que emplean las estrellas para dejar de brillar, pero lo cierto es que va a requerir tiempo porque has dejado una marca que no se va a borrar de la noche a la mañana.
-L
댓글