top of page
  • White Facebook Icon
  • White Twitter Icon
  • White Instagram Icon
  • White Pinterest Icon

Cuántas cosas perdemos por miedo a perder

  • Foto del escritor: Leyre Laborda Arellano
    Leyre Laborda Arellano
  • 7 jun 2018
  • 3 Min. de lectura

La frase con la que titulo este nuevo post es una frase que puede no tener un significado demasiado profundo para algunas personas, pero os aseguro que sí para otras. En cualquier caso, os animo a fijaros en cada una de las palabras que componen la frase porque que me atrevería a decir que cada una de ellas, por separado, abarca un mundo para todos nosotros.


Hablemos del miedo. El miedo es un sentimiento que puede tomar una infinidad de formas en función de cómo y a quién se manifieste. Yo, como vosotros, tengo muchos miedos, y como habréis podido leer ya en otros de mis post, mi mayor miedo es el miedo a la soledad. Un miedo que gracias a la gente que me rodea ya no está tan presente en mi vida.


Sin embargo, en esta ocasión no vengo a hablar de este sino de otro mucho más terrible y que todos –por suerte o por desgracia– hemos padecido: el miedo a que nos hagan daño. No es un miedo innato, no es un miedo que venga en nuestro cerebro desde el momento en que nacemos. Es un miedo que lamentablemente es adquirido, se "aprende", o más bien se podría decir que se paga. No tenemos más que fijarnos en cualquier niño que juega inocentemente en un parque sin miedo a hacerse daño con las cosas hasta que un buen día de repente <<pum>>, se cae, se araña, se golpea… y el daño llega.


Por su condición de miedo, nos limita, nos hiela, y hace que aunque queramos, nos cueste mucho volver a ser los mismos. Y es que por mucho que pueda paliar con el paso del tiempo, lo más probable es que nunca llegue a desaparecer del todo. No tengo reparo al decir que por culpa suya nos vemos "obligados" a dejar pasar oportunidades increíbles que debiéramos aprovechar, nos hace dejar de lado a personas que podrían llegar a ser verdaderamente especiales en nuestra vida, nos coarta de vivir momentos inolvidables y de sentir cosas que hacía tiempo que no sentíamos...

En cuestiones de amor, ese miedo que nace dentro de nosotros por una persona o circunstancia que nos hace daño, se asemeja a una infección, a un virus que crece y se propaga. Un virus que nos afecta de tal manera que llegamos al punto de preferir seguir viviendo con dudas antes de exponernos siquiera a otra decepción más, de manera que casi sin saberlo, acabamos forjando una coraza tan tan fuerte que nos aleja de la posibilidad de sufrir por amor pero también de querer y sentirnos queridos por personas increíbles.

Y todo esto, por el miedo a sufrir. ¿Qué pena no?

No sé, ojalá no fuese así, pero me da que esta infección no es de las que necesita un tiempo para curarse sola y que acaba desapareciendo por inercia. Seguramente requiera mucho tiempo y no sea un camino fácil pero también os digo una cosa, creo que en este proceso de curación y seguir adelante puede ser vital la acción que tienen otras personas sobre nosotros y sobre nuestros miedos. No se si será una mentira que me he creado para hacer todo más sencillo pero tengo la sensación de que en el momento en el que nos demos la oportunidad de dejar entrar a una persona en nuestra vida y en nuestro corazón, ese miedo se volverá insignificante.


Así que no se, todavía no tengo mucha experiencia, pero creo que lo mejor que podemos hacer por nosotros es perdonarnos, perdonar esa sensación de nuestro orgullo lastimado por no habernos dado cuenta a tiempo que íbamos a salir lastimados y no haber hecho algo, y abrirnos a todo lo que está por llegar. La verdad es que de momento ninguno somos capaces de predecir el futuro, así que prefiero pensar que si las cosas pasan, es por algo. Al final, si somos como somos es por lo que hemos pasado,por eso creo que tenemos que aprender a mirar siempre el lado positivo de las cosas. Hay una frase que me encanta y es que viene que ni al pelo: todo lo que pasa es perfecto porque todo lo que pasa es por algo.


Plantemonos y hagamosle frente porque sino mucho me temo que nos estamos arriesgando a dejar pasar experiencias increíbles de amor, risas, viajes y momentos que están destinados a ser parte de nuestra vida y nuestra felicidad. Si lo hacemos, si lo conseguimos, nos haremos personas más valientes y más fuertes. Personas sin miedo. Personas libres.



 
 
 

Commentaires


  • White Facebook Icon
  • White Twitter Icon
  • White Instagram Icon
  • White Pinterest Icon
bottom of page